¿Qué ventajas tienen las lámparas antimosquitos? Estos objetos nos quitan de muchos problemas con este tipo de insectos que causan numerosos dolores de cabeza y son tan molestos en edificios.
Este grupo de insectos son muy molestos y contagian de muchas enfermedades a las personas. Esta vez no vamos a centrarnos en el control de plagas tan abundantes en verano y que nos acaban sacando de quicio, si no que iremos en busca de esos animales solitarios que están merodeando por los edificios y las casas.
¿Cómo funcionan las lámparas antimosquitos?
Hay muchos y diferentes tipos de estos aparatos que acaban con la vida de estos insectos. Todo ellos tienen como misión acabar con los mosquitos. La tecnología ha hecho evolucionar a este tipo de aparatos que ya no cuentan en la mayoría de ellos con una tira adhesiva para pegar a los mosquitos y que se tiene que cambiar una y otra vez haciendo este proceso pesado.
Dentro del aparato tienen un ventilador que los absorbe y se quedan dentro de un depósito que se limpiará luego de una manera muy sencilla.
Ventajas y características de las lámparas antimosquitos
Estos antimosquitos tienen todas las características para ser un elemento común de tener en casa o en lugares de trabajo. No hacen daño a nadie del entorno humano o animal. También es importante que son silenciosos además de no transmitir ningún tipo de olor. Por lo tanto son seguros para todos los niños y mascotas, algo muy importante. También son respetuosos con el medio ambiente. Con este tipo de aparatos no tendrás que preocuparte de tener las ventanas abiertas o de ver merodeando alguno de ellos por la casa, ya que pronto no volverá a molestar.
- Silenciosas
- No emiten olores
- Seguros para los niños
- Seguro para todas las mascotas
- Respetuosos del medio ambiente
¿Por qué llegan los mosquitos a nuestro casa?
Tenemos algunos elementos que atraen a los mosquitos hacia nuestros edificios. Podemos hablar de las luces potentes y los focos, LEDs o fuentes de luz ultravioleta y zonas húmedas o con algún tipo de vegetación (como jardines) para poder reproducirse. Una vez que han llegado hasta nuestro lugar es el CO2 de la nuestra respiración, el calor corporal y el sudor o las hormonas las que les acababan atrayendo para la picadura.